miércoles, 2 de octubre de 2013

POEMA DE ANTÓNIMOS


Esta baraja de cartas constituye el primer LIBRE-LIBRO de la editorial "Ya lo dijo Casimiro Parker". En ella, se descubren palabras con el mismo número de sílabas e idéntica rima, dentro de un naipe/espacio en movimiento combinatorio contante.

Este poderosísimo símbolo es el juego de los juegos,  un simple movimiento de dedos hace que el naipe nos transporte del suelo al cielo, de vivir a morir, de morir a vivir,…

Nosotros hemos comenzado con el simple juego de los contrarios, porque cada naipe constituye un antónimo, un contrario. Nuestra perspectiva era la creación de un poema con antónimos. Sin conocer su definición. La tarea se iniciaba con el reconocimiento de la palabra, la búsqueda de su sentido y la creación de un sentimiento positivo y otro negativo para el par de palabras. Después, cada sentimiento se ubicaba en un momento temporal.

Y... así ha quedado.

La falta de claridad, transparencia o brillo
es la opacidad que nubla las noches.
La abundancia de luz
es la claridad que despierta los amaneceres.
El que pierde en un concurso o prueba deportiva
es el perdedor que se entristece cuando termina el día.
El que gana o vence
es el ganador que se emociona cuando llega la noche.
La calidad de mayor
es la mayoría que une a la gente cuando cae el sol.
La parte menor de los componentes de un colectivo
es la minoría que separa a la gente cuando asoman las estrellas.
El estado de ánimo o disposición emocional
hacia una cosa, un hecho, una persona
es el sentimiento que emociona a los hombres en primavera.
La capacidad que se tiene de formar ideas
y representaciones de la realidad en las mentes
es el pensamiento que te agota en otoño.
La uniformidad de tono
es la monotonía que aburre a la Luna al final del día.
El conjunto de sonidos
es la polifonía que entretiene a los grillos al amanecer.
Lo que dura poco
es la fugacidad que desaparece cuando se anclan las horas.
Aquello que no tiene principio ni fin
es la eternidad que se mantiene cuando los minutos corren.
La cosa material e inanimada que puede ser percibida
es el objeto que vemos a cada hora.
El individuo pensante, en oposición a lo pensado u objeto
es el sujeto que no vemos al anochecer.
Porque en la vida...
todo es cuestión de antónimos

(Alumnos de 1º ESO A y B de ED. Compensatoria)

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