jueves, 13 de diciembre de 2012

REESCRIBIR A FRAN ALONSO




Fran Alonso (Vigo, 1963) es escritor, editor y periodista. Trabaja en el ámbito editorial, mantiene su blog Cabrafanada (http://cabrafanada.blogspot.com/) y colabora en prensa. Sus libros obtuvieron diversos premios. Durante los años 90 dirigió la colección de poesía Ablativo Absoluto, de Xerais. Publicó sus primeros poemas en la carpeta A rota dos baleeiros (1991). Después dió a la luz Persianas, pedramol e outros nervios (1992); Tortillas para os obreiros (1996); Cidades (1997), traducido al castellano por Espasa Calpe; Subversións (2001) y Balada solitaria (2004). También es autor de una desenfadada y conocida antología de la poesía gallega: Poetízate (2006). En el ámbito de la narrativa, publicó Tráiler (1991); Cemiterio de elefantes (1994); Silencio (1995); O brillo dos elefantes (1999), Males de cabeza (2001) y Cartas de amor (2006).

Seguimos trabajando en la Antología Efectos Secundarios. Lo que más me llama la atención son los ojos de disfrute de los chicos y chicas según vamos desentrañando el significado que esconde tras su puerta la poesía. Esos pequeños labios que de pronto evocan la mueca de una leve sonrisa mientras les leo en el pensamiento un: ¡ah, es eso! que les hace sentir más seguros, pues encuentran en estos textos un par, un compañero, alguien que cuenta sus cosas, las que están viviendo, de otra manera, de manera que se les antoja especial y creo que bella.
A partir de dos poemas de Fran Alonso, nuevamente los alumnos y alumnas de 1º de ESO han reinventado los suyos.
Los textos del gallego son:

Yo viví en una ciudad de yogur
con calles de mermelada,
y edificios dulces como caramelo.
Y en una de ladrillo
con calles de cemento,
y edificios fríos como el viento.
Y en una de esparto
con calles de manteca,
y edificios porosos como el heno.
Yo viví en todas partes,
ciudadano del tiempo.
(Fran Alonso, Efectos Secundarios)

AMOR
El amor es un sombrero
que te crece un días
en la cabeza.
El amor, un yogur
que devoras
y nunca te sacia.
También son consquillas
inesperadas
en las plantas de los pies;
y un champiñón
que te florece en la boca
cuando pretendes hablar.
El amor, claro, es el aroma
a melocotón
de unas nalgas doradas,
del color de una moneda.
El amor es el beso de un cómic
y la pasión en el asiento trasero de un coche.
Los insultos, verdes como la hierba
y colorados como la luz del sol,
también son amor.
El amor es una oruga que escarba y escarba
hasta desatar su locura
delirante y libertaria.
(Fran Alonso, Efectos Secundarios)

Y ellas, y ellos:

Yo viví en una ciudad de deseo
con calles al oriente,
y edificios dulces como estrellas.
Y en una de pingüinos.
con calles de helado,
y edificios fríos como un iglú.
Y en una de deporte
con calles de balones y porterías,
y edificios porosos como el Real Madrid.
Yo viví en todas partes,
ciudadano del tiempo.
(David, 1º A)
Yo viví en una ciudad de natillas
con calles degalleta,
y edificios dulces como la fresa.
Y en una de madera
con calles de cemento,
y edificios fríos como el agua.
Y en una decristal
con calles de cariño,
y edificios porosos como el heno.
Yo viví en todas partes,
ciudadano del tiempo.
(Anás, 1º B)

Yo viví en una ciudad de fresa
con calles de gominola,
y edificios dulces como manzanilla.
Y en una devainilla
con calles de café,
y edificios fríos como el hielo.
Y en una decerezas
con calles de azúcar,
y edificios porosos como el carbón.
Yo viví en todas partes,
ciudadano del tiempo.
(Tamara Marín, 1º A)

Yo viví en una ciudad de golosinas
con calles de caramelo,
y edificios dulces como algodón.
Y en una de árboles
con calles de cerezos,
y edificios fríos como el hielo.
Y en una de plata
con calles de sentimientos,
y edificios porosos como las piedras.
Yo viví en todas partes,
ciudadano del tiempo.
(Miriam, 1º B)

Yo viví en una ciudad de turrón
con calles de mazapán,
y edificios dulces como las fresas.
Y en una deleche
con calles de café,
y edificios fríos como el hielo.
Y en una de huecos vacíos y oscuros
con calles de chocolate negro,
y edificios porosos como una esponja de agua.
Yo viví en todas partes,
ciudadano del tiempo.
 (Iman Benaboua, 1º A)

Yo viví en una ciudad de dulces
con calles decaramelo,
y edificios dulces comola miel.
Y en una de merengue
con calles de chocolate,
y edificios fríos como los troncos.
Y en una detabletas
con calles demaíz,
y edificios porosos como la tormenta.
Yo viví en todas partes,
ciudadano del tiempo.
(Laila el malki, 1º A)

Yo viví en una ciudad de amor
con calles debesos,
y edificios dulces comoel chocolate.
Y en una depeligro
con calles de cemento,
y edificios fríos como elinvierno.
Y en una deboxeo
con calles de ring,
y edificios porosos como el queso.
Yo viví en todas partes,
ciudadano del tiempo.
 (Carlos Morales, 1º A)

AMOR
El amor es un sombrero
que te hace cosquillas
en la cabeza.
El amor, un yogur
que te zampas
y nunca te sacia.
También son consquillas
inesperadas
en la tripa
y un champiñón
que te atraganta
cuando pretendes hablar.
El amor, claro, es el aroma
arosas
del dulce caramelo,
del color de una moneda.
El amor es el beso de tu amada novia
y la pasión en tus labios.
El amor es una oruga que escarba y escarba
hasta desatar su locura
delirante y libertaria.
(Laila el malki, 1º A)


AMOR
El amor es un sombrero
que te hace daño
en la cabeza.
El amor, un yogur
quete comes poco a poco
y nunca te sacia.
También son consquillas
inesperadas
en las manos;
y un champiñón
que te florece en los ojos
cuando le estás mirando.
El amor, claro, es el aroma
a fresa 
de unas nalgas rojas,
del color de una moneda.
El amor es el beso de unlibro
y la pasión en la boca.
El amor es una oruga que escarba y escarba
hasta desatar su locura
delirante y libertaria.
(Warda, 1º A)

AMOR
El amor es un sombrero
que te nace
en la cabeza.
El amor, un yogur
quecomes
y nunca te sacia.
También son consquillas
inesperadas
en los dedos;
y un champiñón
que te crece en los ojos
cuando pretendes mirarme.
El amor, claro, es el aroma
a fresa
de una de tus muñecas doradas
del color de una moneda.
El amor es el beso de una rosa naciendo
y la pasión en los supermercados.
El amor es una oruga que escarba y escarba
hasta desatar su locura
delirante y libertaria.
(Iman Benaboud, 1º A)