LECCIÓN DE GEOGRAFÍA de Antífona de otoño en el valle del Bierzo
Seguimos cabalgando sobre la estela poética del autor del Bierzo, adentrándonos en su obra Antífona de otoño en el Valle del Bierzo nos hemos detenido en su "Lección de geografía".
Esta obra, bellamente ilustrada por Calambur, viene acompañada de un CD en el que el poeta, acompañado de los músicos Amancio Prada, Luis Delgado o Cuco Pérez, entre otros, recita algunos textos.
En esta ocasión, he tomado este poema que los chicos y chicas han escuchado, evocándoles un mar sobre el que hemos reflexionado en voz alta y en grupo. Hablan de un mar extraño que no se corresponde con la idea inemdiata que ellos y ellas tienen del mar.
Escuchar los versos en labios del poeta les ha transmitido calma, calma pero también inquietud, pues muchas de las imágenes les parecían extraídas de un mundo irreal que reconocen como hermoso, que relacionan con los sueños.
Más tarde, ellos han retomado el texto y se han planteado evocar otros espacios, dejando intacta la estrcutura del texto, cosa que les permite centrarse sólo en el accidente geográfico, el estado climatológico o el estado de ánimo que quieren representar.
LECCIÓN DE GEOGRAFÍA
QUIEN no haya visto el mar que se levante,
yo os lo voy a contar, cerrad los ojos.
Imaginad que el agua, como un caballo blanco,
se hubiera subido al campanario.
Las hojas de los árboles son peces,
la nieve, espuma de cristal sobre las olas.
Como de un vaso de luz
que sostuviera la mano de Dios,
van cayendo una a una las gotas de la vida.
Así, el inocente pajaro,
la piedra, el musgo o la mariposa
van entrando en el agua que ya todo lo cubre.
Creeréis que el mundo, desde siempre,
ha ido llevándole sus ríos.
Del fuego, de la oculta ceniza de madera
ha tomado el mar su verde brote de esmeralda.
Como el ruiseñor que canta
en los jardines de la tierra
también las caracolas en sus profundos valles
celebran la música.
Por eso al acercar tu oído
a ese bello laberinto de leche
escucharás, aunque no quieras,
el inmenso ruido de la mar.
Ahora ya lo sabéis,
y sólo falta empujarlo, entre todos,
al aire.
yo os lo voy a contar, cerrad los ojos.
Imaginad que el agua, como un caballo blanco,
se hubiera subido al campanario.
Las hojas de los árboles son peces,
la nieve, espuma de cristal sobre las olas.
Como de un vaso de luz
que sostuviera la mano de Dios,
van cayendo una a una las gotas de la vida.
Así, el inocente pajaro,
la piedra, el musgo o la mariposa
van entrando en el agua que ya todo lo cubre.
Creeréis que el mundo, desde siempre,
ha ido llevándole sus ríos.
Del fuego, de la oculta ceniza de madera
ha tomado el mar su verde brote de esmeralda.
Como el ruiseñor que canta
en los jardines de la tierra
también las caracolas en sus profundos valles
celebran la música.
Por eso al acercar tu oído
a ese bello laberinto de leche
escucharás, aunque no quieras,
el inmenso ruido de la mar.
Ahora ya lo sabéis,
y sólo falta empujarlo, entre todos,
al aire.
(Juan Carlos Mestre)
LECCIÓN DE GEOGRAFÍA: JUNGLA
QUIEN no haya visto la jungla que se levante,
yo os la voy a contar, cerrad los ojos.
Imaginad que el río, como un reptil gigante,
se hubiera subido al campanario.
Las hojas de los árboles son loros,
la nieve, gotas de cristal sobre las hojas.
Como de un vaso de luz
que sostuviera la mano de Dios,
van iluminándose una a una las luces de la vida.
Así, el inocente pajaro,
la piedra, el musgo o la mariposa
van encontrando el río que ya todo lo cubre.
Creeréis que el mundo, desde siempre,
ha ido llevándole sus árboles.
Del fuego, de la oculta ceniza de madera
ha tomado la jungla su intenso brote de perlas.
Como el ruiseñor que canta
en los jardines de la tierra
también las papagayos en sus profundos valles
celebran la música.
Por eso al acercar tu oído
a ese bello laberinto de café
escucharás, aunque no quieras,
el inmenso ruido de la jungla.
Ahora ya lo sabéis,
y sólo falta empujarlo, entre todos,
al aire.
yo os la voy a contar, cerrad los ojos.
Imaginad que el río, como un reptil gigante,
se hubiera subido al campanario.
Las hojas de los árboles son loros,
la nieve, gotas de cristal sobre las hojas.
Como de un vaso de luz
que sostuviera la mano de Dios,
van iluminándose una a una las luces de la vida.
Así, el inocente pajaro,
la piedra, el musgo o la mariposa
van encontrando el río que ya todo lo cubre.
Creeréis que el mundo, desde siempre,
ha ido llevándole sus árboles.
Del fuego, de la oculta ceniza de madera
ha tomado la jungla su intenso brote de perlas.
Como el ruiseñor que canta
en los jardines de la tierra
también las papagayos en sus profundos valles
celebran la música.
Por eso al acercar tu oído
a ese bello laberinto de café
escucharás, aunque no quieras,
el inmenso ruido de la jungla.
Ahora ya lo sabéis,
y sólo falta empujarlo, entre todos,
al aire.
(Marco, 1º ESO)
LECCIÓN DE GEOGRAFÍA: EL VALLE
QUIEN no haya visto el valle que se levante,
yo os lo voy a contar, cerrad los ojos.
Imaginad que el río, como un elefante gigante,
se hubiera subido al campanario.
Las hojas de los árboles son reptiles,
la nieve, gotas de cristal sobre las rocas.
QUIEN no haya visto el valle que se levante,
yo os lo voy a contar, cerrad los ojos.
Imaginad que el río, como un elefante gigante,
se hubiera subido al campanario.
Las hojas de los árboles son reptiles,
la nieve, gotas de cristal sobre las rocas.
Como de un rayo de luz
que sostuviera la mano de Dios,
van agotándose una a una las lágrimas de la vida.
Así, el inocente pajaro,
la piedra, el musgo o la mariposa
van entrando en el río que ya todo lo cubre.
Creeréis que el mundo, desde siempre,
ha ido llevándose sus penas.
Del fuego, de la oculta ceniza de madera
ha tomado el valle su rojo brote de fuego.
Como el ruiseñor que canta
en los jardines de la tierra
también las mariposas en sus nocturnos vuelos
celebran la música.
Por eso al acercar tu oído
a ese bello laberinto de coco
escucharás, aunque no quieras,
el inmenso ruido de la valle.
Ahora ya lo sabéis,
y sólo falta empujarlo, entre todos,
al aire.
que sostuviera la mano de Dios,
van agotándose una a una las lágrimas de la vida.
Así, el inocente pajaro,
la piedra, el musgo o la mariposa
van entrando en el río que ya todo lo cubre.
Creeréis que el mundo, desde siempre,
ha ido llevándose sus penas.
Del fuego, de la oculta ceniza de madera
ha tomado el valle su rojo brote de fuego.
Como el ruiseñor que canta
en los jardines de la tierra
también las mariposas en sus nocturnos vuelos
celebran la música.
Por eso al acercar tu oído
a ese bello laberinto de coco
escucharás, aunque no quieras,
el inmenso ruido de la valle.
Ahora ya lo sabéis,
y sólo falta empujarlo, entre todos,
al aire.
(Michael, 1º ESO)
INTRUCTIVO PARA LLAMAR AL TELÉFONO MÓVIL DE LA ETERNIDAD, este segundo poema publicado en La casa Roja es el siguiente ejercicio de recreación literaria y un arduo ejercicio que nos vuelve a adentrar en el mundo de los sueños, en este caso con las alumnas y alumno de 2º.
En primer lugar trabajamos con el concepto de eternidad que sólo relacionan con la vida y nos hacemos planteamiento sobre cómo soportaríamos una vida eterna.
También nos detenemos en las imágenes insólitas que ya consideran de gran belleza pero que no imposibilitan la adecuada comprensión del texto. Porque esta es una gran habilidad del poeta: te saca del mundo y te conduce al mundo a pesar de la escasa experiencia que las chicas y chicos (de 12 a 14 años) aún tienen de este.
Además se sorprenden con la ironía y tratan de imitar ese tono irónico y divertido que se advierrte también en el texto.
INSTRUCTIVO PARA LLAMAR AL TELÉFONO MÓVIL DE LA ETERNIDAD
Juan Carlos Mestre
(En La Casa Roja, Calambur, Madrid 2008)
INSTRUCTIVO PARA LLAMAR AL TELÉFONO MÓVIL DE LA ETERNIDAD
(Kae, 2º ESO)
INSTRUCTIVO PARA LLAMAR AL TELÉFONO MÓVIL DE LA ETERNIDAD
Pulse el botón verde. Espere a oír la realidad de estas flores en el campo. Marque 021 seguido del mundo. Aguarde a oír su matanza en las montañas de los pájaros. Marque luego 033 y diga la palabra "kikiriki" y escuche al gallo. La voz del público le preguntará qué quiere. Deletree el ataúd para comunicarse con Juan Carlos Mestre. Medite despacio en lo despacio, hay números. Apriete asterisco para que se tumbe septiembre como tigre del bosque. Tenemos todas las líneas ocupadas. Pero responda Predators si busca una psicoanalista para granito.. Nada, no diga nada. Se solicita eternidad gorda metro sesenta caja de guitarra. Mantengase atento al aparato. Ya no hay puerta en la academia de las puertas. Hay un manillar floreciendo en cada agujero, manchas en las uñas, hay fracaso. Gracias por su llamada. No cuelgue. Ponga su gorro sobre la cabeza, le atenderemos en ningún momento.
(Anuar, 2º ESO)